Este fin de semana fui secuestrado por sorpresa (sólo duró 3 minutos, ya que Ibai no pudo aguantar algún que otro comentario...) y nos fuimos a Formigal, lugar que tomamos como base para un fin de semana de acción, juerga y desenfreno... ... Esa era la idea, pero como el fin de semana anterior se había acabado la temporada de ski, nosotros 6 representábamos el 80% de la población del lugar. El viernes, después de dar buena cuenta a la carne cocinada en la chimenea, nos fuimos al Norham (creo que se llamaba así) donde sólo les quedaban 6 cervezas y congeladas, así que una vez cada uno se tomó la suya, nos subimos a descansar.
El sábado nos despertamos con el dulce cantar de Ibai (al resfriarse no paró de sonarse), y bajamos a Sallént, donde cogimos las raquetas y piolés para ascender a una cima (no me acuerdo del nombre...). Tras analizar las diferentes posibilidades de ascenso, elegimos hacer el recorrido a la vasca, uniendo dos puntos por el menor recorrido (la recta), haciendo caso omiso a la pendiente. Y así llegamos arriba... jeje. La verdad es que toda una experiencia las raquetas. En la foto, de izquierda a derecha; Pello, Xabier Guerra, Ibai, Xabier Sorondo, un servidor, y agachado, Iñigo). Nos faltó Urtzi...
Vueltos a Formigal y tras bien comer y siestear (Xabier Sorondo y yo nos escapamos al sopor reinante gracias al café de un bar) bajamos otra vez a Sallént donde dimos una vuelta y cenamos a cuerpo de rey en el "Rincón de Mariano". Simplemente genial.
Otra vez en Formigal buscamos donde echar una copa y seguir con la juerga... objetivo harto dífícil. Nos tomamos algo en un bar irlandés donde la camarera se entretenía viendo en el Eurosport Curling (ese deporte mezcla petanca y fregar el suelo). Subidón subidón.
Decidimos seguir la fiesta en casa animados por el juego Kill Doctor Lucky y entre risas y tonterías nos bebimos hasta el agua de los jarrones... ... y así estaban las tripas el domingo por la mañana,...
Tras las constantes amenazas para que me pusiera el disfraz (o sea, un bañador de mujer bastantes tallas más pequeño que la que me correspondería, en la que las pelotillas cada una colgaba para un lado y por detrás se conseguía un efecto tanga poco deseable) logré la indulgencia y nos dirigimos a Panticosa, donde nos dimos el gustazo de tres horas en Las Termas de Tiberio. ALUCINANTE. Sin palabras.
Comimos en Formigal y vuelta para Donosti.
ESKERRIKASKO MUTILAK!
1 comentario:
¡Parece que estáis trabajando con patrocinadores! ¡pedir subvención para la boda!
Ya no os queda nada para la boda... ¿seguiréis comentando cosillas por aquí?
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